Muchos profesionales creen que un grito/gemido es una práctica para prepararse mentalmente para un momento de esfuerzo o liberación física. 🗣
Un estudio de 2009 de la Universidad Estatal de Iowa que involucró a deportistas de artes marciales midió su fuerza de agarre en un dinamómetro. El resultado fue de una diferencia de un 7% a favor de los que aplicaban fuerza gritando
respecto a los que lo realizaban sin gritar. 📊
Un otro estudio realizado (Ikai & Steinhaus) consistió en medir la tensión de los flexores del antebrazo en un esfuerzo máximo mediante un cable tensiómetro, en él que los sujetos gritaban tan fuerte como fuera posible mientras ejercían una tracción. Los resultados un aumento del 12,2% de fuerza en tensión, en comparación al ejercicio sin gritar. En esta ocasión, el grito aumentó la fuerza por encima de los niveles normales debido a una modificación temporal de la función del sistema nervioso central, concluyendo que gritar puedes ser suficiente para bloquear los procesos inhibitorios internos en un sujeto y así llegar a un rendimiento aparentemente supermáximo. 💥